A pesar de las vacunas de Pfizer (PFE), Oxford-AstraZeneca (AZN), los múltiples incentivos económicos por parte de los Bancos Centrales, etc… los vuelos, el comercio, la confianza, la vida antes de la pandemia no se recuperará en mucho tiempo.
La 2da ola que se vive en Europa, el confinamiento que esto conlleva durante el mes de noviembre, los aumentos en EE.UU. de contagios por COVID19, nos llevan a pensar de esa forma. Lo frágil que es el mundo ante el individualismo reinante es el gatillante de todo desastre que el dÃa de mañana pueda llegar a ocurrir, considerando los efectos positivos y negativos que esto pueda tener sobre la población mundial en el corto plazo. No obstante, las cifras y registros no mienten. Probablemente continuemos yendo a nuestras oficinas, viajando por negocio, pero, estas cifras podrÃan llegar a disminuir en un 30%, el mismo margen de ganancia que por teorÃa debiesen tener las empresas hoy por hoy. Siendo más objetivos la USTA (U.S. Travel Association) indico en un último reporte la caÃda que podrÃa experimentar el gasto en más de $500 billones de dólares en 2020, el que no se lograrÃa recuperar hasta el año 2024, obligando a eliminar en este tiempo un 40% de puestos de empleo, los que se traducen en 3.5 millones de familias que ha dejado de percibir un ingreso a la fecha; y las ayudas fiscales, están lejos de llegar a ocurrir.
Ante la disposición del mercado y de nosotros sus participantes, los instrumentos de tipo refugio pueden llegar a ser protagonistas en un futuro cercano, no obstante, los procesos podrÃan ser distintos en esta ocasión, mostrando variaciones previas muy alejadas de lo señalado por la historia si nos ceñimos a los argumentos brindados por la teorÃa de Charles Dow. Es por esto que en esta oportunidad me voy a detener en analizar que es lo que podrÃa ocasionar un escenario bajista para el ORO, el metal precioso e indiscutido instrumento de protección en variados portfolios en escenario de incertidumbre y desastres financieros.
Al revisar el gráfico mensual podemos ver la evolución alcista que ha presentado desde mediados de 2018 en donde la inflación a nivel mundial fue en incremento al igual que la tensión geopolÃtica, por lo que se conjuga un escenario relativamente adverso para el comportamiento de la economÃa. Al dÃa de hoy podemos hacer ese análisis, no obstante, esto mismo nos permite evaluar los niveles alcanzados y proyectar variaciones teniendo en cuenta el comportamiento actual de la economÃa a través de la pandemia y lo que pueda llegar a ocurrir con la inflación a raÃz de los incentivos económicos brindados por los bancos centrales y el fisco de cada una de las organizaciones.
Como se puede apreciar, el movimiento vertiginoso mostrado este 2020 llevó al metal precioso hasta nuevos máximos históricos, el que lograba posicionarse por sobre los máximos mostrados el año 2011 en torno a $1.920 dólares la onza aproximadamente. Sin embargo, luego de especular durante gran parte del año ante un inminente aumento en la inflación, este no logra consolidar valores por sobre los registrados hace 9 años atrás, lo que nos lleva a pensar en posibles retrocesos a partir de la zona de resistencia que significa esto. Desde agosto del presente año a la fecha los cierres negativos para el commoditie se han hecho presentes, por lo que el mes de noviembre pareciera proyectar algo similar si nos detenemos a mirar la evolución en la inflación, la que no muestra signos al minuto de reflejar un aumento que justifique el valor actual del ORO.
Si bien las noticias positivas en torno a una vacuna, como indicamos en un comienzo, son un aliciente para la economÃa y una proyección de rápida recuperación según algunos, estamos muy lejos de volver a tener una normalidad. Espero equivocarme.
Por Renato Campos Santana
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